Nueve de cada 10 españoles “adoptarían o colaborarían” con el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) de envases de bebidas, según se desprende de una encuesta realizada por la empresa de investigación sociológica Simple Lógica entre 2.000 ciudadanos y ciudadanas que representan a un amplio espectro de la sociedad española.

La encuesta, encargada por la asociación Retorna (integrada por una docena de ONG ambientales, organizaciones sociales y entidades) a la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) es la primera que tiene lugar en España sobre el SDDR, un sistema de recuperación y reciclado de los envases de bebidas ya implantado en 35 países o regiones del mundo. Retorna promueve el SDDR para nuestro país.

Los entrevistados fueron informados de lo que es el Sistema de Depósito de envases: “Un sistema en el que los consumidores pagan 25 céntimos al comprar un envase que contenga bebidas. El dinero del depósito se recupera íntegramente al devolver el envase en cualquier comercio que venda bebidas y los comercios lo clasifican y lo entregan para su reciclado”.

Igualmente, nueve de cada 10 entrevistados consideran que este sistema nos acerca a sociedades más avanzadas en el respeto al medio ambiente. De hecho, en los países donde funciona el SDDR se llegan a recuperar el 98,5% de los envases que se venden, como es el caso de Alemania. Ello implica que es casi imposible ver envases tirados en los espacios públicos. Además el SDDR logra un importante ahorro en materias primas, energía y emisiones de CO2, y crea miles de empleos.

Puede destacarse, además, que un 62% de los entrevistados considera que las ventajas del nuevo sistema superan a los inconvenientes. Un 24% cree que ventajas e inconvenientes tienen un peso similar. Sólo el 9,4% considera que los inconvenientes superan a las ventajas.

De hecho, la importancia otorgada a las ventajas y beneficios del SDDR es muy elevada. En una valoración del 1 al 10, los entrevistados valoran este sistema por encima de ocho puntos por “la reducción de basuras en los espacios públicos” (8,4), “reducción de emisiones de CO2” (8,4), “reducción de la cantidad de basura en general” (8,3), “ahorro de energía y materiales en la fabricación de envases” (8,3), “concienciar y estimular a la gente para que se preocupe más por reciclar” (8,3), “reducir la cantidad de basura que va a los vertederos o que se incinera” (8,2) y, finalmente, “creación de puestos de trabajo” (8,1).

Los ciudadanos también han sido consultados sobre qué importe debe ser el más adecuado para el depósito de los envases. En la fase cualitativa previa de la encuesta, se había detectado que este era un tema sensible. Pese a que en la definición de lo que es el SDDR ya se había anunciado que el depósito podría ser de 25 céntimos, se ha consultado la opinión por tramos de cinco céntimos.

Los encuestados han respondido a lo que en su caso consideran como “no especialmente gravoso” para su bolsillo, pero que a la vez sea un importe que resulte de interés recuperar. Según las respuestas, ese punto medio de equilibrio se sitúa en los 16 céntimos de euro.

Los encuestados han respondido también a un interrogante fundamental: la valoración que tienen sobre el actual Sistema Integrado de Gestión (SIG) y el futuro SDDR. En una valoración del 1 al 10, los encuestados han puntuado al SIG con un 6,5, y al SDDR con un 7,7. Los más jóvenes, entre 18 y 24 años sitúan esa nota más alta: un 8,1.

Pese a que la población española no conoce el SDDR más que por lo que le han transmitido los medios de comunicación y por sus viajes a países donde está implantado, el SDDR se lleva un notable alto cuando son preguntados si es un mejor sistema que el actual. Para un 79% “contribuye mejor a mantener el entorno limpio”; otro 76% considera que “ahorra más energía y materiales en la fabricación de envases”; un 74% cree que “conciencia y estimula más para que los ciudadanos se comprometan con el reciclaje y la reutilización”; y finalmente, un 57% valora mejor “el ahorro que se produce en el tratamiento de los envases”.

Cada día, 51 millones de envases de bebidas se venden en nuestro país. De ellos, sólo el 30% se reciclan; el resto se gestionan enterrándolos en los vertederos o quemándolos en las incineradoras. Antes de que esto ocurra, millones de envases ocupan los espacios públicos y la naturaleza, impactando muy negativamente en el entorno.

Por este motivo, la recogida y tratamiento de envases ocupa el segundo lugar en importancia para los ciudadanos, entre los servicios que prestan los ayuntamientos. Esta gestión es valorada con un 7,7 de nota, sólo por detrás del suministro de agua y alcantarillado (8), y por encima del alumbrado y el transporte público (7,5), la limpieza de parques y jardines (7,1) y el asfaltado y mantenimiento de las aceras (6,7).

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