¿Por qué teme la gran industria la mera opción de un sistema de depósito?

>> Los SIG son sistemas que han mostrado su utilidad pero tienen serias limitaciones. Los sistemas de depósito para envases han demostrado su viabilidad, y las experiencias prácticas y multitud de estudios lo demuestran. Este es el temor de la industria.

>> El SDDR es asumible y no ha generado impactos negativos en ningún sector, ni en ninguno de los 35 países o regiones donde está funcionando. Genera ventajas económicas en sectores como el reciclaje de residuos, ayuntamientos, el turístico, e incluso la distribución. Las ventajas ambientales son incuestionables, y las sociales se visualizan en empleo, limpieza de calles y playas, aplicación de la responsabilidad del productor de residuos, ahorro de materias primas y energía, etc. Los consumidores, en un 90%, apoyarían el sistema, según un estudio elaborado por la CECU.

Un estudio de Price Waterhouse Coopers presentado hoy mismo en Berlín avala esta opción desde el punto de vista económico, así como desde lo ambiental y social. “La comparación del sistema de depósito para envases de un solo uso con el sistema de punto verde, demuestra que ninguno de los dos sistema puede ser visto en términos absolutos como más caro o más barato. Sin embargo, si se incluyeran las tasas de retorno y reciclaje el sistema de depósito podría ser considerado como el más costo-eficiente”.

>> El establecimiento de dicho sistema incrementaría en cerca de un 40% los residuos de envases de bebidas actualmente reciclados, aumentándose en medio millón de toneladas anuales los envases recogidos selectivamente. El sistema de depósito y retorno afectaría casi un 5% del total de residuos producidos anualmente en España; incrementar hasta más del 95% el reciclaje de esta cantidad de residuos representa incrementar en un 15% el nivel actual de reciclaje en España.

>> Con los SDDR se recogen muchos más envases y además el reciclado neto es mucho mayor que en los SIG y de mucha mayor calidad, con menos impropios, como muestran los muy distintos precios por tonelada que alcanzan en el mercado los materiales recogidos en España con respecto a los de los SDDR de Alemania o Noruega, de dos a tres veces más.

>> En los pequeños comercios se estima que se devolverían unos 200 envases cada día, cantidad fácilmente asumible. El manejo manual de estos envases no va a suponer más que 15-20 minutos diarios y el coste del transporte sería asumido por el gestor del sistema con lo que el pequeño comercio no va a verse afectado. Además, se prevé que los costes de manejo de los envases estén compensados económicamente. No hay ninguna razón objetiva para esgrimir que el sistema de depósito va a afectar negativamente a los pequeños establecimientos.

>> Los servicios que presta el comercio, grande o pequeño, que participa en los SDDR en los países en los que están implantados son retribuidos por el/los gestores del sistema, que incluye beneficios económicos para el comercio, tal como se demuestra en Alemania

>> Si como pretende la patronal la opción de que algún día pueda implantarse un SDDR en España queda anulada, se retrocedería con respecto a la ley de Envases y Residuos de Envases (LERE) actualmente vigente. El ella se contempla el SDDR y el SIG como las dos alternativas compatibles para gestionar los residuos.


Retorna propone un sistema moderno de depósito para envases de bebidas, similar al que ha existido hasta hace unos años cuando devolvíamos el casco. Este sistema permite alcanzar unos índices de recuperación del 98%, limpiar las ciudades, playas y campos de basura, mediante la reutilización los envases y un reciclaje de altísima calidad que transforma residuos en materia prima. En todos los países donde se ha implantado es un éxito: Éxito económico porque dejamos de despilfarrar recursos. Éxito social porque crea miles de puestos de trabajo verdes remunerados por el alto valor los materiales recuperados. Y éxito ambiental, porque todo lo que gestiona deja de ir a las incineradoras y vertederos, y porque reduce la necesidad de extracción de materiales vírgenes.

Desde Retorna, que cuenta con el apoyo de más de 20 organizaciones, 350 empresas y miles de ciudadanos, pedimos que nuestros políticos no se sometan a la presión y continúen de acuerdo con los criterios establecidos y las directrices europeas.