La envasadora ha decidido arrinconar la producción de envases reutilizables para favorecer los de usar y tirar, pese a los beneficios ambientales y económicos de los primeros. Tanto la sociedad civil germana como la administración ya han reaccionado. La Agencia Medioambiental valora la opción de introducir una tasa para penalizar el uso de los envases de un solo uso.

El primer ministro de Nueva Gales del Sur, Mike Baird, hace oficial que desde el 1 de julio de 2017 las bebidas se venderán con un depósito de 10 centavos que los consumidores recuperan cuando devuelvan el envase vacío. Baird denunció que Coca-Cola y otros envasadores le han amenazado con invertir grandes cantidades en propaganda para evitar su reelección.

En el estado de Nueva York (EE.UU.), donde funciona un Sistema de Retorno de envases, un ciudadano ha recolectado 100.000 envases en tres años para conseguir donar a una fundación de investigación del cáncer de pecho 5.000 dólares.

Las ventajas ambientales y sociales y la viabilidad económica del Sistema de Retorno han convencido al primer ministro de la región a pesar de las presiones de la industria envasadora.

Se ahorrarían hasta 62 millones de dólares y reducirían sus gastos en gestión de residuos por encima del 40% con un Sistema de Retorno para envases de bebidas de un solo uso y reutilizables.