Los datos presentados por la Consellería de Medio Ambiente y Territorio del Gobierno balear aportan luz y oficialidad a una realidad que las organizaciones de la Plataforma 'Per una Mar Sense Plàstic' (Amics de la Terra, Fundació Deixalles, GOB, Greenpeace, PIMECO, Recircula, Retorna y Rezero), junto con Plastic Free Ibiza y Plastic Free Formentera, y otras entidades y administraciones locales y estatales llevan tiempo denunciando: si no se despliegan con urgencia y determinación las medidas contempladas por las directivas europeas de residuos y, en el caso balear, la Ley 8/2019 de Residuos y Suelos Contaminados, ni el estado español ni Baleares cumplirán los objetivos de reciclaje de residuos que marcan las autoridades europeas. Y lo que es mucho peor, tanto la salud de la ciudadanía como el estado de nuestro entorno continuará empeorando a consecuencia de la contaminación masiva provocada por los millones de envases de un solo uso que no se recuperan ni tratan correctamente.

Esta declaración del ejecutivo balear es histórica porque es la primera vez que una administración autonómica da un paso adelante para aportar datos reales sobre la realidad de su territorio en cuanto a gestión de residuos. Esto rompe de forma esperanzadora con la opacidad del sistema oficial de recuento de datos, en el que los mismos sistemas integrales de gestión los que aportan unas cifras que son aceptadas por el Gobierno central. Este informe de residuos balear, además, se desmarca de la carencia de una política clara y ambiciosa de residuos por parte del estado español.



La ley de residuos situó a las Islas Baleares en 2019 como referente estatal e internacional por su apuesta hacia una gestión de los residuos basada en la prevención, la reutilización y el reciclaje de calidad. También por el hecho que los fabricantes asuman toda la responsabilidad respecto a la gestión y los costes económicos que sus productos generan una vez acontecen residuos. Por ello, los datos aportados por el Gobierno Balear evidencian la urgencia de aplicación de las medidas contempladas en la ley, siendo prioritarias las siguientes:

-La reducción efectiva de los residuos (un 9% antes del año 2021 y un 19% antes del año 2030) solo será posible implantando medidas efectivas de prevención de residuos (prohibición de platos, vasos, bandejas alimentarias, pajitas desechables y envases monodosis, acceso al agua no envasada, etc) e implantando medidas de reutilización (por envases, ropa, muebles, etc) la reparación y la preparación para la reutilización.

-Baleares se encuentra muy lejos de poder lograr el objetivo, antes de 2021, de como mínimo un 50% de reciclaje y reutilización y de un 65% antes del 2030. Resulta preocupante los bajos niveles de recogida y reciclaje de la fracción orgánica que supone casi la mitad de nuestra basura – 41%- y dónde solo se está compostando un 3% del poco que se recoge selectivamente. Hace falta pues que entes locales y consejos insulares hagan de la fracción orgánica su prioridad de gestión.

-Otra situación a resolver es la ineficiencia del sistema de gestión de envases ligeros que, después de más de dos décadas de funcionamiento, solo llega a reciclar el 25% de los envases de las Islas. Esto, no solo supone un incumplimiento flagrante de los objetivos de reciclaje, sino también un derroche insostenible de recursos naturales que se incineran o entierran, la contaminación de nuestro mar y ecosistemas terrestres y un sobrecoste para los entes locales que están asumiendo elevados costes económicos para mitigar un problema que ni ellos ni la ciudadanía han generado. Estos bajos niveles de recuperación y el hecho que solo en cuanto a plásticos, latas, briks y vidrios, en las Baleares, cada día se pierden y contaminan su territorio 1.000.000 de envases de bebidas, hacen necesario que Baleare establezca un Sistema de Depósito con la más grande celeridad.

 -Así mismo, con estas evidencias numéricas respecto a la ineficiencia del contenedor amarillo y el sobrecoste que representa por los entes locales la gestión y limpieza del otro 75% de los envases depositados o abandonados fuera de este sistema, toma más sentido que nunca que los municipios transformen el contenedor de envases en un contenedor de materiales (plásticos, metales...), medida ya contemplada a la misma Ley.

Por último, celebramos la implantación del canon de residuos balear, finalista e insularilizado, que conseguirá evitar que millones de toneladas de residuos acaben en los vertederos y la incineradora. Esta medida de fiscalidad ambiental basada en el principio de ’quien contamina, paga’ incentivará que los entes locales transiten hacia el logro de los objetivos de prevención, reutilización y reciclaje de los residuos.